domingo, 7 de agosto de 2011

Capítulo 3. La ultima prueba y un secreto.

Mientras me hundo en el agua, observo el cielo, y pienso en que me he salvado de la quema para morir ahogada, intento reprimir mis ganas de respirar y pensando en imposibles y sumergida en mis pensamientos alzo mi varita y una esfera roja atraviesa el agua , me rodea y el agua sale disparada en todas las direcciones dejando solo aire en su interior. Ahora que he ganado tiempo siento que me sigo hundiendo, pero, aunque sea así la esfera me rodea y pienso que nada me puede dañar. Observo el lugar, una especie de plataforma con extraños símbolos  flota encima del suelo, sin que haya nada que la sostenga; una gran forma pasa por detrás de mi, siento como el agua cambia de sentido, y una gran sombra me cubre, me giro temerosa con la varita en alto.
Un gran monstruo marino aparece ante mis ojos, sus escamas brillantes relucen de un color gris, su gran cola se mueve a gran velocidad y una gran cabeza ruge bajo el agua, sus ojos azul cristal me observan con intriga y misterio, su gran tamaño y sus garras afiladas me hacen temer que mi final no va a ser en el agua sino en su boca.
Levanto la varita y lo miro con temor pero intento demostrar valor, me centro en la varita de nuevo esperando que me indique que debo hacer, pero, no oigo nada esta vez, solo un sonido distante, el agitar de unas aletas, cierro los ojos y me concentro más en él, cada vez más cercano, abro los ojos y descubro que estoy rodeada de seres con cola de pez y unos bastones terminados en tres arpones. Observo con detenimiento sus colas, sus escamas brillan con gran luminosidad, y sus cabellos largos y de diversos colores, se mueven acompasados con el movimiento del agua, me fijo en sus rostros y parecen casi humanos sin contar con unas pequeñas marcas en sus cuellos, supuse que serian sus branquias. Un rugido y un gran movimiento en el agua me saca de mis pensamientos, alzo la varita y como movida por un resorte grito una palabra, con gran claridad.

-¡Caligo!

Una gran nube de color negro surge de mi varita y empieza a cubrir el agua, yo observo incrédula el humo, pero, no por ello dejo de lanzarlo; los habitantes del agua me miran y se giran, uno de ellos me mira me sonrie y me guiña un ojo, todos comienzan una retirada ordenada, observo al joven que me ha saludado. Giro la cabeza y observo como se ha creado una especie de muro de color negro, miro hacia atrás y veo al muchacho mirándome, me señala y señala encima de mi, yo extrañada me giro y miro hacia arriba, veo la cabeza y el cuello del monstruo y me quedo atónita viendo su tamaño, una zarpa se abalanza sobre mi, pero un gran rayo le acierta en el cuello, y la garra no me toca por los pelos, empujo la esfera lo más fuerte que puedo, y girándome hacia el monstruo grito una palabra que ya había usado antes.

-¡Ignis volucris!

Ahora que ya se el efecto de esas palabras, apunto al gran monstruo y rezo porque sea un gran pájaro de fuego. Una gran llama sale de mi varita y su tamaño va creciendo a medida que salen más llamas de mi varita, al final termina siendo un gran pájaro de un tamaño similar al del ser marino.
Sin darme cuenta del lugar en el que me hallo, mi pájaro empieza a apagarse y unas grandes volutas de vapor salen de él, sin darme tiempo a reaccionar el joven rasga mi esfera y me agarra, nadando a gran velocidad se aleja del monstruo que lucha contra una gran esfera de fuego que lucha por salir del agua, para no ser simplemente una bola de vapor. Sin darme cuenta del tiempo que ha pasado salgo a la superficie, empujado por el joven, y miro el cielo, la noche se ha apoderado del cielo y las estrellas y la luna reinan en el firmamento, produciendo una luz tan misteriosa y espeluznante que me da miedo solo pensarlo. Miro al joven que me ha sacado, observo su rosto húmedo y sus grandes ojos, sus delicados labios y sus sonrosadas mejillas, dice algo pero no le presto atención, solo asiento como absorta por una fuerza enigmática que su cuerpo desprende, y por el brillo de sus ojos, vuelve a decir algo y esta ves presto atención a sus palabras.

-¿Estas bien?- pregunta el joven sacando una de sus palmeadas manos.

-Sí, tranquilo, no ha sido nada. ¿A todos los magos nuevos los tratan así?- pregunto con gran confianza.

-He de confesar que en estos días nos han encomendado a otros tres magos y tú eres la cuarta, el resto no ha pasado por esta prueba. Me llamo Kerian, y soy un tritón por si no lo sabes.- me confiesa mientras sonríe, exhibiendo unos dientes perfectos.

-Yo me llamo Morgana, soy una humana- digo mientras suelto una pequeña risa.

-Tú y yo no nos hemos conocido hoy, como se enteren de que te he ayudado a escapar del Leviatan me pueden expulsar de la gran academia.- me dice el con gesto serio.-Ahora has de dar señales de vida, para que no se preocupen los grandes magos, debes pronunciar el hechizo Lumen Flavus.

Coge su bastón y tirando del barrote del medio saca de el una varita, parecida a la suya y dice las palabras, creando delante de ellos unas luces amarillas, que se mantienen flotando encima del agua, y explotan crenado un juego de luces que iluminan sus rostros.

-Es precioso.- digo y agito la varita igual que el y de mi varita brotan unas cuantas esferas del mismo color que las de Kerian, las cuales explotan en el cielo.

- Lo sé. Ahora he de irme a mi casa, algún día volveremos a vernos.- me dice mientras me mira, con esos ojos que parece que me van a atravesar.

-¿Ya?- pregunto sin proponerlo , me sale espontaneo.

Él me mira y se acerca a mi, coge un colgante con una concha que lleva a su cuello y me lo pone en la mano, mientras me mira con una gran sonrisa, yo sin quererlo me giro y levanto mi pelo ahora mojado. Él suelta el enganche del collar y lo coloca en mi cuello, yo en un acto involuntario me giro y ....



1 comentario:

  1. M.E E.N.C.A.N.T.A.!.! es perfectooo!!! sta superr bienn sigeee asii!! :)

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